BREVE
HISTORIA
La fecha exacta y los
datos precisos, del cuándo y porqué de la fundación
de Barakaldo, se pierden en el oscuro túnel del tiempo. Los
primeros núcleos de población se debieron formar
en las desembocaduras de los ríos Galindo y Cadagua, al ser
centros de producción comercial y portuarios de muchísima
actividad.
Aquél Barakaldo
de antaño, con un reducido número de caseríos
dispersados, se convirtió en Anteiglesia al establacerse
la organización eclesiástica del territorio, que tuvo
su base en las jurisdicciones de los conventos jurídicos
romanos.
LA
HISTORIA EN TRES PARTES
El primer
período es superior al milenio y sólo se encuentra
en el mudo testimonio del pasado.
El segundo
se situa en el año 1051 cuando por primera vez se hace saber
que D. López Vázquez - según consta en escritura
de denominación - ostentaba el Señorío, en
donde Don Iñigo López se titula Señor
de Barakaldo.
En el año
1370 se entablan las feroces guerras de banderizos. A raíz
de éstas se constituyen las Hermandades en defensa de la
Ley Civil. La pacificación de los Bandos la hace el Corregidor
de Vizcaya Gonzalo Moros.
El tercer
período comienza al separarse de las Encartaciones. En el
año 1384, por concesión del Señor de Vizcaya,
"D. Tello y San Martín" (según Lope García
de Salazar en "Bienandanzas y fortunas"), se sumó
en calidad de Anteiglesia a la tierra llana de Vizcaya, merindad
de Uribe. Es regida por dos fieles con voto y asiento 33 en las
Juntas Generales de Guernica. Cuando Barakaldo dejó de ser
Concejo para convertirse en Anteiglesia, contaba con 200 fogueras.
Ya funcionaban
las primeras ferrerías, cuya antigüedad se remontaba
a tiempos de los romanos, pues fueron ellos los que introdujeron
los molinos de agua, que produjeron la primera revolución
de la industria férrea. Antes se elaboraba el hierro en hogares
bajos y rudimentarios.
Las primeras ferrerías
se establecieron en las montañas, cercanas a los criaderos
de mineral y los bosques que les suministraban la leña. El
agua sólo se utilizaba para la limpieza y temple. Parece
ser que las mejores ferrerías debieron establecerse entre
los ríos Cadagua, nervión y Galindo, en tierra de
Barakaldo.
Muchos problemas
se derivaron de la rivalidad sobre las competencias marítimas
con Bilbao que culminaron en la llamada "Batalla de Retuerto",
en la que los bilbaínos salieron muy mal parados, pero la
capitalía - al final - fue la que se llevó el gato al agua.
En 1499 el
Señor Condestable Don Pedro Fernández Velasco intentó
edificar villa y puerto en Barakaldo, junto a las torres de Luchana
y posteriormente su hijo decidió realizarla en Zubileta.
Intentos ambos baldíos, pues la Villa salió vencedora. No faltaron
los problemas con los pueblos mineros donde la rivalidad llegó
a fines no deseables. Así fue como el año 1664 Barakaldo
se quejó en las Juntas Generales de Guernica de que a pesar
de tener ejecutoria para la explotación del mineral de Somorrostro
se lo impedían los vecinos de los tres Concejos: San Salvador
del Valle (Trapagaran), Sestao y Santurce, tomándoles presos
y multándoles.
Los Concejos acaban por imponer sus pretensiones
mineras y apenas le queda a la Anteiglesia baracaldesa más
que las labores de carga y descarga de campaniles y rubios (minerales)
sobre los rudimentarios embarcaderos de Beurco, Luchana y Galindo.
INDUSTRIALIZACION
En principio
la minería fue el reclamo de gentes de todas partes y muy
pronto la paulatina industrialización hace que el centro
de gravedad de la inmigración se traslade a la zona de Barakaldo.
El proceso de Urbanización
es parejo al de industrialización y éste comienza
a mediados del siglo XIX. Juan E. Delmas, en 1864 al referirse a
Barakaldo, nos da testimonio de tres fábricas. La primera
propiedad de los Señores Minckel, Arregui y Cia; la segunda
es la de Santa Agueda (Castrejana) y la tercera es la de Nuestra
Señora del Carmen (A.H. de Vizcaya). Estos fueron
los principios de esta industria siderúrgica. Después
surgen otros tipos industriales, que configuran el Barakaldo actual. |